viernes, 29 de febrero de 2008

El duende bueno

Esta poesía representa; para el suscrito; un reencuentro con aquellas noches que pintaban de estrellas al desierto del norte chico y donde mi mi querida Feli (mi madre) a través de cuentos e historias muy hermosas me invitaba a viajar por mundos imaginarios y mágicos.

Mi madre
me contaba
el cuento
del duende bueno.

salía
de las quebradas
para perderse
entre los cerros.
Nunca, nunca,
miraba a la cara
si por vergüenza
o por miedo.

Mi madre
me contaba
el cuento
del duende bueno .

Cuando alguien lo veía
detrás de los peñazcos
se agazapaba
y se escondía.
Alguna vez regaló
una sonrisa fingida
y una moneda de oro
dejaba en la algarrobilla

Mi madre
me contaba
el cuento
del duende bueno.

Hijo ...
para que lo puedas ver
duérmete primero.

Juntos por el camino.

Para mis amigos:

Ricardo Mella y Patricia Rojas.

Amigos:
han penetrado en nuestras vidas
como el eco en el silencio
como aroma en el vino,
juntos...
construyendo miradas lejanas
perdidas en el camino,
horizontes de historias enterradas,
herencia de amor y magnetismo.
Hemos compartido la parrilla,
el congrio frito
y en panes humeantes
el noble trigo...

Gracias por el tiempo compartido,
por el amor a nuestros hijos
que por los de ustedes
sentimos lo mismo...
son ellos los que heredarán
nuestro amor
construyendo caminos
con culturas de tiempos idos,
nos encontrarán en la playa,
en el desiertro,
en las noches estrelladas,
en los acantilados y abismos,
nos recordarán con respeto,
lealtad, cariño.
Esa amistad será unida
en el tiempo infinito
por lazos de buenos amigos...
compartirán la copa,
la parrilla,
el congrio frito,
el noble trigo.
Nosotros...
el viagra,
la sémola con leche,
el pan remojado
y el agüita de matico,
después de todo
seremos viejitos,
viejitos....

jueves, 28 de febrero de 2008

Chileno

Chileno

Soy hijo de esta tierra,
tierra que es manta, rodeo  y espuela,
tonada, cueca, rebenque,  vihuela,
chirimoya de la Ligua,
pajarete del Huasco,
poema en Isla Negra,
soy copao en el norte chico,
fragancia de vid
y piececitos de niño
en la tierra
de la divina Gabriela,
soy trutuca y quena,
guayaba en Arica,
piñon de la indomable tierra,
soy barreno, algarrobilla, capacho,
arriero, diaguita y pirquinero,
soy trinar de guitarras
en fiestas correteadas
de semanas enteras,
lacho, aniñao,
enamorao y embustero,
tomo buenos tintos
y tintos con tiritones,
me gusta ver la parrilla
tapada de medallones
cerdo, cordero, vacuno,
ensalada de tomate con cebolla
albahaca, aji putas parío
mezcla de mil sabores,
soy copihue y añañuca
falucho en medio del cardúmen,
hijo de la luz de noches estrelladas
en los valles del desierto.
amante de la mamita y del Padre Bueno,
quien me regaló un pedazo de terrón
donde van quedando mis raíces de Diaguita y arriero,
soy eso y mucho más,
soy chileno..

¡Si, soy chileno en todos los rincones!.

Cosecha.

Nuestro caminar
es como el romance
del viento con el trigo,
a veces suave
brisas de primaveras,
a veces tormentoso
puelche bajando de la cordillera,
a veces turbulento
remolino sobre la sierra,
Nuestro caminar se detendrá
cuando el viento recoja la semilla
caiga el tallo
desaparezca la espiga.

lunes, 25 de febrero de 2008

LLORAN LOS MINEROS.

Lloran los mineros,
los mineros lloran,
caminan cabizbajo
por un sendero
de ilusiones y sueños,
no lo hacen de amargura,
hambre, cansancio o dolor,
lloran de impotencia
lloran por la no presencia
de justicia en su sector.
¿Cuántos hermanos
de vetas enterrados?
¿Cuántos en un socavón
dejaron sus vidas
por un manto de oro
y hoy olvidados?.
Al llanto de los mineros
en mis versos
les canto.
No para aquellos
con cascos, contratos
y pliegos de peticiones.
Les canto a los humildes,
a esos que duermen y despiertan
en rincones.
No a los que tienen
palas mecánicas,
ni tronaduras a distancias.
Mi canto
para los hombres
duros y fortachos
que a punta de barrenos y capachos
realizan el metal en la cancha.
Mi canto con cariño
a los que comen
jurel en tarro con cebolla,
hierven el agua en el tacho,
amasan la churrasca
y preparan el ajiaco sin aliños.
Mi canto...
para los que miran de frente,
para aquellos hombres
a los de almas transparentes,
a los que no le temen a nada,
para los que en la vida
han abierto surcos
y han vencido a la muerte...
... que no lloren los mineros
por sus penas de siempre,
¡que recobren la alegría,
para que en bella sinfonía
se impregnen la beta y el pirquen!
y si no saben a quien
va dirigido mi canto,
seré yo quien llore primero
porque en mis venas...
corre sangre de minero.