lunes, 10 de diciembre de 2007

Atardecer en el Rio Huasco

Cuando sea viejo,
iré a mi tierra
para descansar sobre la hiedra
que crece junto al Rio Huasco.
Me buscaré cuando niño,
jugando con el Carloya,
el Félix y el Nano,
éramos aventureros,
espías, conquistadores
y diaguitas jamás derrotados.
Arqueábamos palos
para fabricar arcos,
flechas de totoras,
lanzas de paltos,
nos quitábamos los zapatos
y caminábamos , kilómetros, en silencio
para no ser detectado
por un enemigo fuerte y de cuidado.
El campo de batalla;
estaba preparado
entre el Rio y los árboles,
más nunca
con nuestro enemigo
de cara nos encontramos.
Cansados y triunfadores
a casa se volvía
con una medalla de honor
en el corazón escondida.
Cuando sea viejo...
regresaré a mi tierra,
para descubrir las huellas
que un día pude haber dejado,
si no las encuentro...
iré al marañón
para soñar con ese amor ido
y casi olvidado.

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